21 de enero de 2009

Buena combinación de colores - (Lucio Borgna)

Mamá y papá no me creen. Piensan que es broma. Pero un día de éstos voy a matar al payaso. Tengo con qué. Papá una vez me mostró la 38 y me hizo una demostración con unas latas en el patio. Ese día no me animé, pero creo que ya debería ir practicando. No debe ser difícil, hay que tener el control de la mano, después contener el peso y el impulso hacia atrás y listo, asunto liquidado. ¿Por qué lo quiero matar? Bueno, es simple, me molesta su presencia, esa apariencia de sub-humano, y que pretenda hacerse el simpático haciendo la voz finita. Además de esos globos de porquería que inventa cualquiera. Aunque con la primera razón es suficiente. Ya estoy decidido. Hoy voy a hacerlo. Antes del desayuno le pediré a mamá que me cargue la 38 y luego ensayaré una vez. La mañana será larguísima, pero cuando lleguen las doce y cuarto saldré y desviaré hacia la peatonal. De paso voy con la Joa tres cuadras. En el momento en que lo tenga enfrente lo saludaré con amabilidad (no es raro, después de todo no me hizo nada) y simplemente le apuntaré en un lugarcito ubicado entre los ojos pero un poco más arriba. Ahí donde no le llega el maquillaje. Me temblará un poco el pulso por la emoción y dispararé. El ridículo personaje caerá de espaldas o hacia delante, no lo sé, y el puntito rojo será como un trofeo para mí. Después se hará un enorme silencio que será roto por la ovación. Entonces, misión cumplida, me inclinaré ante la gente agradeciendo los aplausos, pero aclarando modestamente que solo cumplí con mi deber. Y volveré a casa a almorzar. No creo que mamá o papá me pregunten por qué. Lo conocen, y es comprensible lo que voy a hacer. Ahora que sé como es será mejor que me levante, llene el cargador, meta los útiles en la mochila, y llegue a horario así no me ponen media falta.

No hay comentarios: